miércoles, agosto 22, 2007

Miguel Escudero, Besteiro, Cambó y Marias

Besteiro, Cambó y Marías
22.08.2007 -
MIGUEL ESCUDERO

A mi juicio, Cambó es uno de los dos políticos más interesantes que tuvo Cataluña en el Siglo XX; el otro es el inolvidable Tarradellas. No obstante, el primero sentía una cerrada animadversión contra cualquier dirigente socialista, incluido el moderado y sensato Fernando de los Ríos, alguien que arrancó a Lenin la célebre expresión de «¿Libertad, para qué?». En sus 'Meditaciones', Cambó hace una excepción con Besteiro, catedrático de Lógica. Es sabido que el coronel Casado, de acuerdo con el líder socialista, comunicó al Gobierno de Franco su deseo de negociar la paz unas semanas antes de la derrota total. Todo fue en vano. Al comienzo de marzo de 1939 la republicana Junta de Defensa había depuesto al Gobierno de Negrín, con el objetivo de evitar una matanza atroz y absolutamente estéril. La Guerra Civil estaba entonces, en palabras de Marías, «no ya perdida, sino ya acabada». Julián Marías fue ayudante de Julián Besteiro y de él ensalzó su bondad y valor, dijo también de él que «se sentía a enorme distancia de los que ejercían el poder y la influencia política». Pues bien, a Cambó -aquel político eficaz, inteligente y pagado de sí- no le dolían prendas en afirmar que a Besteiro se le debía que la guerra «se recortase unos meses, tal vez que no se pudiera empalmar con la guerra mundial, con todas las repercusiones posibles, funestas todas». ¿Quién habría evitado -se preguntaba- las masacres de presos y refugiados, incluso en las embajadas? El dirigente de la Lliga daba por hecho que ciudades como Madrid y Valencia habrían quedado arrasadas antes de la rendición, para no dejar nada aprovechable a los franquistas. Creo conveniente saber que Cambó declaraba abiertamente que, de toda la Guerra Civil, «la gesta más noble, la más heroica y sobre todo la más difícil» había sido la de Besteiro. Es más, decía que no conocía otro acto como el suyo en la historia de España y que pocos habría iguales en la historia del mundo. Y, para acabar, no desearía dejar de divulgar este comentario del gran catalán que fue Francesc Cambó, juzguen ustedes: «Como español, proclamo que desde el comienzo (Julián Besteiro) estuvo alejado de la lucha fratricida que asolaba a España. Cuando creyó que le podía poner fin, tuvo la primera, la única actuación que hizo un inmenso servicio a su país que es el mío».

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