miércoles, agosto 22, 2007

Lo esencial y lo accesorio en el PP

Lo esencial y lo accesorio en el PP
Elsemanaldigital.com
22 de agosto de 2007. Mariano Rajoy es depositario de una responsabilidad política muy grande, y en cierto sentido sin parangón en nuestra democracia. Como líder del Partido Popular, el principal de la oposición política, el gallego representa la alternativa –la única alternativa global- a las decisiones y a la política de José Luis Rodríguez Zapatero. Esa tarea, sin embargo, no es propia de una sola persona, sino que el líder de la oposición necesita para serlo la colaboración organizada de muchos hombres y mujeres. Sin esa solidaridad orientada a la confrontación de las urnas Rajoy podría gustar y sus declaraciones podrían convencer, pero no llegarían a ser alternativa de poder.Es muy notable que en los últimos días y horas se haya animado la divergencia de opiniones en las filas del PP, precisamente cuando más se acercan las elecciones generales y más necesaria es por tanto la unidad de todos frente a Zapatero y su equipo. El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, abrió el fuego recordando su disponibilidad para formar parte de las listas al Congreso de los Diputados, una posibilidad que nuestras leyes permiten sin necesidad de ninguna modificación normativa, pero cuya oportunidad ha sido discutida por algunos de sus compañeros de partido. Lo han hecho públicamente, por ejemplo, el secretario general del PP, Ángel Acebes, el portavoz parlamentario popular, Eduardo Zaplana, y la presidenta regional de Madrid, Esperanza Aguirre, además de otros.Este debate público corre el riesgo de hacer olvidar qué es esencial y qué es accesorio. Esencial es que el Gobierno de Zapatero, nacido de los resultados electorales del 14 de marzo de 2004, necesita una alternativa porque muchas cosas no van bien para España. No se trata sólo de un problema nacional, que Zapatero ha arrastrado durante tres años y procura hacer olvidar ahora, ni de un problema económico que ha tardado en llegar pero ya está aquí; Rajoy, con la colaboración de Gallardón, Acebes, Zaplana y Aguirre entre otros, es depositario de las esperanzas de cambio político de muchos millones de españoles, quizás de una mayoría. Y es en cambio enteramente accesorio, o debería serlo, cómo se organicen esos y otros nombres en las listas electorales.El debate sobre los nombres sólo beneficia al PSOE y a José Luis Rodríguez Zapatero, que contemplan con satisfacción cómo a veces la Oposición olvida su cometido y se enzarza en sus propios problemas. Sin duda, "no toca hacer las listas ahora, ni menos discutir por ellas, a la oposición le toca armarse para ganar". Y a nadie extrañará que Rajoy haga uso de su autoridad política para que se hable de lo que el Partido Popular ofrece como alternativa al actual rumbo de la nación.

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