miércoles, agosto 08, 2007

Ladron de Guevara, Intereses bastardos

jueves 9 de agosto de 2007
Intereses bastardos
Ernesto Ladrón de Guevara
N O renuncio a la utopía. Política sin utopía es degeneración. ¿Y cuál es la utopía? Para cualquiera que crea en la política como ciencia y arte que tiene como objeto el interés general y el progreso colectivo ésta es la forma democrática de gestionar el bien común. Se me puede decir que eso son vaguedades y lo admito. Una cosa son las palabras y las bellas ideas manidas y otra la realidad. Pero ahí vamos. Esa es la cuestión. Lo que no creo que sea política con mayúsculas la que tenga como objeto hacer felices a los miembros de un partido mediante la preservación del poder. Eso no es política es oligocracia o partitocracia, los cuales son términos cada vez más homologables. Se me ocurre todo esto a raíz de lo ocurrido en Navarra con el PSN. Se me podrá conjeturar que no pasa nada anómalo, pues se posibilita un gobierno constitucionalista y un freno a las pretensiones nacionalistas. Y que el artífice es la dirección federal del PSOE que ha puesto las bridas y el freno al PSN que quería el cambio sobre la base de conquistar un poder autonómico al margen de la voluntad popular, ya que el PSN ha sido la tercera fuerza preterida por los votos. Cierto. Aparentemente es así, pero... Advierto. Lo he vivido en Álava. Es bueno saber cómo se lo juegan estos personajes del PSOE cuando no tienen ellos el poder directo: En Álava, en las pasadas legislaturas, ganó el Partido Popular con mayorías minoritarias, es decir sin mayoría absoluta. Los socialistas alaveses forzados por las diferentes coyunturas dieron su voto al Partido Popular para que dirigieran las instituciones, y éste último partido gobernó Diputación de Álava y Ayuntamiento de Vitoria. Bueno.... a decir verdad no gobernó, estuvo en las instituciones, pues el Partido Socialista alavés se dedicó a bloquear unas y otras iniciativas de los ejecutivos populares en Diputación y Ayuntamiento, impidió la aprobación de presupuestos para obstaculizar nuevas políticas, apoyó mociones de censura a algún responsable de área en una estrategia clara de desgaste al Partido Popular, etc... En definitiva, fue la china en el zapato del Partido Popular para que no pudiera gobernar con un programa. Consecuencia..., parálisis institucional y relegación de las posibilidades de bienestar de los vitorianos y alaveses, ausencia de políticas coherentes con objetivos bien definidos, etc. Dicho de otra manera; lo del perro del hortelano: ni comer ni dejar comer. Y esto se lo dice, estimado lector, alguien que es bastante crítico con las políticas del Partido Popular y que tiene una ideología más cercana a una izquierda humanista que a una derecha conservadora. Eso es lo que me temo que va a pasar en Navarra en el mejor de los casos, pues en el más probable de los supuestos habrá una moción de censura tras las Elecciones Generales. Por eso, crisis en el PSN aparte, no creo que Zapatero esté haciendo un favor a Navarra y mucho menos a UPN. Simplemente ha diseñado una estrategia de desgaste a los navarristas, para que se estrellen con el déficit de apoyos que se aventura, aún a pesar de que UPN ronde la mayoría absoluta. Sinceramente, yo hubiera preferido una situación donde se repitieran las elecciones, para que UPN obtuviera la mayoría absoluta de los votos. Pero ello perjudicaría notablemente a estos socialistas de ocasión. Y, en cualquier caso, igual hubiera sido mejor que el PSN formara una coalición de gobierno con Na-bai y esa izquierda ¿unida? que ha cambiado el rojo del socialismo por el abanico multicolor de la segregación territorial para destruir España. Así al menos hubiera quedado al descubierto la verdadera intención de los estrategas de Zapatero que no es otra que integrar a Navarra en la Euskal Herria independentista cuando se den las condiciones para ello. Prefiero una UPN fuerte en la oposición que un muñeco de pin-pan-pun a un año vista de unos carroñeros que olvidan que la política es para resolver los problemas ciudadanos y no para la conquista del poder político por métodos caciquiles y antisociales.

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