lunes, agosto 27, 2007

Katia Ballano, Esperando al Gobierno

lunes 27 de agosto de 2007
Esperando al Gobierno
POR KATIA BALLANO GÖRING
Aquí en España sabemos de buena mano el tedio y el hartazgo que genera la dilación exagerada en la formación de un gobierno después de unas elecciones reñidas, cuando el partido ganador no obtiene la mayoría absoluta y no logra el apoyo de las demás formaciones políticas. Lo vimos en Navarra, donde finalmente el partido ganador, UPN, gobierna en minoría. Los belgas, por su parte, cuentan los días que llevan sin gobierno desde que acudieron a las urnas el pasado 10 de junio: 77, según Le Soir. Este diario afirma que «se espera una iniciativa que relance las negociaciones para la formación de un nuevo gobierno federal, actualmente estancado». El diario belga se hacía eco de que Yves Leterme, del Partido Flamenco Democrático, que con apenas el 20 por cien de los votos se erigió como ganador de los pasados comicios, ha «apuntado a Joëlle Milquet (Partido Cristiano Demócrata, que a diferencia del de Leterme es francófono) como responsable de la crisis política actual, sugiriendo que no apoya la maniobra necesaria para salir del estancamiento». El Frankfurter Allgemeine, por su parte, hizo saber a sus lectores que, en lo referente a la crisis belga, «Leterme delegó en el Rey el encargo de formar gobierno». Alberto II, «que normalmente tiene pocas obligaciones políticas, debe buscar ahora a un nuevo formateur, como llaman los belgas a los políticos que reciben la misión de conformar un gobierno. Sin embargo, Alberto también puede nombrar a un informatuer, que estudia las distintas posibilidades de coalición».
Por otro lado, desde el Reino Unido, The Guardian informaba ayer de un nuevo revuelo en Miami por los rumores de la supuesta muerte de Fidel Castro. «De acuerdo con la línea oficial de Cuba, Fidel Castro está vivo -explicaba el diario-, pero esto no ha evitado las especulaciones febriles en Miami». Desde luego, no es la primera vez que corre el rumor de la muerte del dictador, pero esta vez «parece más real», según explicaba una ejecutiva cubano-americana al diario británico. «Tomando prestado el título del autor colombiano Gabriel García Márquez, amigo de Castro, las últimas dos semanas han sido una constante «Crónica de una muerte anunciada»».

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