miércoles, agosto 15, 2007

Juan Bas, Hemingway

Hemingway
15.08.2007 -
JUAN BAS j.bas@diario-elcorreo.com

Acabo de leer una entrevista con el escritor Andrés Trapiello en la que afirma que Ernest Hemingway era un amoral y un imbécil. Su amoralidad la achaca a que «le sacó partido al bando republicano en la guerra y a Franco y los 'sanfermines' en la posguerra». Que yo sepa, Hemingway fue corresponsal en España durante la Guerra Civil, pero no sé qué regalías recibió de la República, ni tampoco si después le bailó el agua a Franco -sin duda dispone de más conocimiento de causa el autor de 'Las armas y las letras'-. En cuanto a su gusto por los 'sanfermines' y los toros, lo consideraría más discutible o de lamentar que amoral.Además, lo definitorio de una talla humana no creo que radique en ser moral, amoral o inmoral. Creo que lo importante es comportarse con ética.En cuanto a la imbecilidad de Hemingway, Trapiello dice: «Alguien que mata elefantes por gusto no puede ser muy listo. Y los imbéciles no pueden ser buenos escritores». Por supuesto que me parece aberrante matar a ese gran animal -y a cualquier otro- por deporte. Pero esa deducción no la veo clara, que quien mata elefantes no puede ser buen escritor. Por esa regla de tres -aunque quizá sirva sólo para la literatura-, John Huston era otro imbécil y la película que rodó entre safari y safari -'La reina de África'- tendría que haber sido una mierda.La literatura es pura subjetividad y no debe haber vaca sagrada alguna, eso está claro. Y sin duda tengo criterios literarios distintos -y puede que también sobre la imbecilidad-, tanto a la hora de escribir como a la de leer, con quien ideó una novela suya con personajes del Quijote y titula uno de sus volúmenes de diarios 'El fanal hialino'.Y es a partir de esa subjetividad desde la que discrepo y considero a Hemingway un buen escritor. No queda claro por sus palabras si Trapiello ha leído sus libros o si el que matara elefantes y fuera un amoral se lo ha descalificado como escritor a priori. Yo sí he leído todas las novelas de Hemingway y sus cuentos. Bien es verdad que en la incipiente juventud, hace muchos años, y podría equivocarme y el recuerdo jugármela; pero no creo. Apostaría a que son todavía dos buenas novelas 'Adiós a las armas' y 'Por quién doblan las campanas', y sólidos cuentos 'Las nieves del Kilimanjaro', 'La vida feliz de Francis Macomber' o 'Los asesinos'. Y tengo debilidad por sus imperfectas, fascinantes y melancólicas obras finales: 'Al otro lado del río y entre los árboles', 'Tener y no tener' y sobre todo 'Islas en el golfo'.Hemingway era un borracho, un exhibicionista, un bestia y un fantasma. Cabrera Infante afirmaba que le había visto ametrallar tiburones con una Thompson. Puede que sí fuera un imbécil, pero escribió 'El viejo y el mar'.

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