lunes, agosto 20, 2007

Josep Borrell, El lobo "subprime" global

lunes 20 de agosto de 2007
El lobo ‘subprime’ global Josep Borrell

Hace tiempo que se anunciaba una crisis inmobiliaria en EEUU, pero la llegada del lobo se había anunciado tantas veces que ya no se le temía.
Al final, el lobo llego en forma de hipotecas subprime y nadie sabe hoy cual será su impacto sobre la economía mundial.
Buen momento para recordar a Galbraith, que decía que los procesos especulativos no acaban nunca bien, o en “aterrizajes suaves”, como ahora se dice, de los precios después de una loca escalada de anticipaciones al alza alimentada por el laxismo del sistema financiero.
Las burbujas especulativas tienden mas a explotar que a desinflarse suavemente. Y si los procesos de globalización están llenos de choques, shocks, es porque producen burbujas favorecidas por procesos crecientes y descontrolados de financiarización. Ha sido así desde la crisis de los tulipanes en el siglo XVII a la de las tecnologías de la información en el 2.000, pasando por el gran crak del 29.
Y sin embargo, las cosas iban bien en la economía mundial hasta este mes de agosto. El empuje de los “BRIC” (Brasil, Rusia, India, China) había elevado el crecimiento global hasta el 5,4 % en el 2.006,la mejor tasa desde el fin de los 60, mas equitativamente distribuida que nunca y sin tensiones inflacionista.
Hasta la renqueante Europa había salido de su letargo, acelerado su crecimiento y disminuido el paro hasta el 6,9 % en la zona euro. Tanto, que antes de irse de vacaciones el presidente del BCE reafirmaba su vigilante preocupación ante las tensiones inflacionistas que, según él, amenazaban a la economía europea, anuncio velado de un nuevo aumento “preventivo” de los tipos de interés.
Pero después se ha producido una tormenta en el sistema financiero, ampliada por la desconfianza frente a la difusión de las subprime, que ha obligado a los bancos centrales a inyectar liquidez, provocando un incremento de la masa monetaria en total contradicción con su discurso de vigilancia antiinflacionista.
Pero la oferta de dinero fresco, pero no barato, no fue suficiente para calmar a los mercados bursátiles y la Reserva Federal Americana (Fed) ha creído necesario bajar medio punto su tipo de intervención, algo que no hacía desde el dramático 11 de septiembre del 2001.
Con ello la Fed engrasa los mecanismos del sistema financiero para evitar que la crisis financiera contagie a la economía real afectando las decisiones de consumo e inversión.
No seria difícil que así fuera. El consumo de los norteamericanos ya ha empezado a dar muestras de debilidad porque en buena medida se financiaba a crédito con el creciente valor de los inmuebles como garantía, dopando las importaciones americanas y el crecimiento de la economía mundial.
En el círculo virtuoso global que hasta ahora hemos vivido los desequilibrios comerciales se absorbían sin grandes dificultades y sin crisis de cambio porque era del común interés que los excedentes de unos financiasen los déficit de los otros. Los americanos que obtenían dinero fresco rehipotecando sus casas a la altura de su nuevo valor lo consumían comprando productos chinos y Pekín financiaba el déficit exterior americano invirtiendo sus excedentes en bonos del Tesoro para sostener el cambio del dólar y mantener así la competitividad–precio de sus exportaciones.
Pero en la globalización, la explosión de las burbujas especulativas produce ondas de choque. Si el valor de sus inmuebles baja y sus créditos se encarecen los consumidores americanos consumirán menos, las exportaciones chinas, entre otras, bajarán, Pekín comprará menos deuda americana, el dólar caerá y, de rebote, las exportaciones europeas serán mas caras dificultando la recuperación económica.
Así, el comprador de un piso en España puede verse afectado, vía tipos de interés y niveles de empleo, y por lo tanto de renta, por la conducta laxista del sistema financiero americano.
Poco importa que, según se dice, la tasa de morosidad hipotecaria en España sea, en tiempos normales, 10 veces menos, en términos relativos, que la americana. Las ondas de choque que la globalización transmite hace que paguen justos por pecadores. De igual manera que la titulización de los créditos inmobiliarios ha hecho que una mala hipoteca acabe en un fondo de inversión en tesorería aparentemente sin riesgo.
Estamos de hecho ante una crisis del sistema financiero global desregulado que alcanza dimensiones enormes. Los activos financieros representan hoy 160 billones de dólares, tres veces el Pib mundial. Y nadie sabe muy bien la extensión del contagio del virus de las subprime en el conjunto de esos activos ni en el balance de cada banco o fondo. Esa desconfianza, fruto de la falta de información, es lo que ha extendido la crisis y desestabilizado los mercados.
Ahora, como siempre, se oyen voces, como la de la canciller Merkel, pidiendo más transparencia a los mercados y agentes financieros y más regulación de sus actividades. Sin duda son necesarias pero suenan a cantinela repetida ante cada crisis sin que por ello se evite la siguiente.
El papel de los órganos de calificación financiera, cuyos juicios orientan las decisiones de inversión, se cuestiona ahora como se hizo cuando la crisis asiática o cuando el escándalo Enron, ¿lo recuerdan? Y cuando antes del verano el grupo socialista en el Parlamento Europeo presentó un informe sobre los riesgos sistémicos de los hedges funds y de la desregulación financiera, nadie le hizo caso.
Guste o no, vivimos un proceso de innovación continuo que genera productos financieros de creciente complejidad para aprovechar las diferencias o las carencias, de regulación entre países y entre sectores. Hasta ahora el regulador ha corrido detrás del innovador con un par de largos de retraso. Y a la lógica neoliberal ya le ha parecido bien.
Por eso es tan importante el papel de los bancos centrales, que pueden prever, limitar o amplificar las crisis. Y por eso, la pregunta de este final de agosto es: ¿Qué hará Trichet cuando vuelva de vacaciones?
josep.borrellfontelles@europarl.eu.int

No hay comentarios: