jueves, agosto 02, 2007

Jose Garcia Dominguez, El Maestro Ciruela nos imparte un master

jueves 2 de agosto de 2007
La ignorancia de Lluís Foix
El Maestro Ciruela nos imparte un master
Y sí, de eso se trata. De esa profunda convicción de que mientras ellos fingían leer a Hegel, todos los demás estábamos viendo los Los Ángeles de Charlie en Antena3.
José García Domínguez

¿Cómo explicarlo de modo conciso para que alguien que no los sufra a diario lo pueda entender? Porque es eso que Arcadi Espada llama el "suc" y que él mismo ha definido así: "El suc, efectivamente, fue el Partit Socialista Unificat de Catalunya durante mucho tiempo, pero proliferó al margen de él y no desapareció con él. Desde los años setenta, el suc ha sido la expresión de la corrección política catalana. (...) Se trata de un gregarismo (...) de un movimiento más que de un partido (...) de una conspiración: en los lóbregos subterráneos de Castilla alguien trabaja día y noche contra nosotros (...) de un lenguaje: de una 'valoración positiva'. Se trata de un odio profundo, ontológico, a Josep Pla."
Y sí, de eso se trata. Aunque también de algo más. Por ejemplo, de ese insufrible tonillo de suficiencia, de esa manera de arrastrar las palabras, tan fatua, tan ridícula, tan inconfundible; de ese eterno aire de "qué me vas a decir tú a mí"; de ese rictus facial suyo, como cansino, como de misioneros hastiados de tratar de civilizar a los pobres negritos del Congo; de esa petulancia de casino de pueblo travestida de paternalismo cosmopolita... De esa profunda convicción de que mientras ellos fingían leer a Hegel, todos los demás estábamos viendo los Los Ángeles de Charlie en Antena 3.
En el fondo, dan pena. Y es que lo suyo, esa grotesca escenificación interminable, forma parte de un clásico de la condición humana: la audacia sin límites de los ignorantes. Viene este largo prólogo a cuento porque, ayer, uno de ellos, el pobre Lluís Foix, nos recomendaba, a ZP y a los fachas de la COPE, que leyésemos La velada en Benicarló de Manuel Azaña. Según propia confesión, lo hacía con el sano fin de desasnarnos sobre la historia... de la España plural. Bien, dejemos a un lado a Zapatero con la PlayStation y, enfrente, a José María Marco, Jiménez Losantos, Girauta y Pio Moa con los cuatro extensos ensayos que han publicado sobre la figura de Azaña.
Mira que podría habernos sugerido cualquier cosa; sin ir más lejos, el discurso de don Manuel ante las Cortes en encendida defensa del Estatuto catalán. Pues no, Foix quiere que nos empapemos precisamente de La velada en Benicarló. O sea, de un libro al que no se puede tachar de anticatalanista por una razón muy simple: es directamente anticatalán. Mas, ¿cómo conseguir que se entere de eso el pobre Foix, que, evidentemente, no lo ha leído? En fin, probemos con una selección a lo Reader Digest de los juicios que vierte sobre Cataluña Garcés, el alter ego literario del presidente de la República en esa obra:
Un instinto de rapacidad egoísta se ha sublevado, agarrando lo que tenía a mano, si representaba o prometía algún valor, económico o político o simplemente de ostentación y aparato (...) En el fondo, provincianismo fatuo, ignorancia, frivolidad de la mente española, sin excluir en ciertos casos doblez, codicia, deslealtad, cobarde altanería delante del Estado inerme, inconsciencia, traición (...) La Generalidad funciona insurreccionada contra el Gobierno. Mientras dicen privadamente que las cuestiones catalanistas han pasado a segundo término, que ahora nadie piensa en exaltar el catalanismo, la Generalidad asalta servicios y secuestra funciones del Estado, encaminándose a una separación de hecho. Legisla en lo que no le compete, administra lo que no le pertenece (...) A este paso, si ganamos, el resultado será que el Estado le deba dinero a Cataluña.
Y pensar que entre ellos éste pasa por ser uno de los más listos.
José García Domínguez es uno de los autores del blog Heterodoxias.net.

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