viernes, agosto 10, 2007

Jaime Peñafiel, Un picnic principiesco y... hortera

viernes 10 de agosto de 2007
LAS JOYAS DE LA CORONA

Un picnic principesco y… hortera Jaime Peñafiel

Después del bombazo informativo de Hola con las fotografías más deseadas y perseguidas del verano, Letizia en bikini, Semana y Lecturas, se desquitan y se vengan, ¿con la colaboración de la Casa Real? De la exclusiva de la reina de las revistas del corazón, ofreciendo un insólito reportaje, en realidad tres fotografías, del Príncipe Felipe y su inefable consorte, en una mañana de picnic en una playa de Mallorca, un picnic, que no se cree nadie, a pesar de la neverita que porta él y las bolsas que lleva ella. Todo puro atrezzo para una representación fotográfica.
Se trata de lo que, en el argot profesional de los paparazzi, se denomina “un posado robado” que en este caso es, un falso robado o montaje por, la sencilla razón de que, las fotografías estaban pactadas con los 2 fotógrafos.
¿Para reventar el reportaje de Letizia en bikini publicado en el Hola? Ese sí que tiene mérito.
Mucho me gustaría saber desde que lugar, de la isla Cabrera, han hecho, los reporteros de Europa press y de Korpa, las fotos de doña Sofía y Letizia.
Una esplendida Reina en bañador y una consorte, en bikini, quien, aunque no está nada mal, si parece excesivamente delgada. ¿Desde el interior de la isla?, ¿desde otra embarcación?
Lo más interesante, que el reportaje ofrece, es ese aspecto de confidencialidad, que envuelve las fotos, entre la real suegra y la principesca nuera, que tanto tiene que aprender de la primera. Y que además están condenadas a entenderse.
Del picnic, ¿qué quieren ustedes que les diga? Me parece una principesca horterada. Sin glamour alguno, tan diferente de esos picnic reales, de los Windsor en Balmoral, tan fielmente reproducidos en la oscarizada película, de Hellen Mirren, The Queen.
Lo que nos quedamos sin ver, posiblemente no existió, es el lugar y el momento en el que, Letizia y su marido, con la pequeña Leonor, se sentaron, abrieron la neverita y extendieron sobre la arena los bocadillos de chorizo, mas que sándwich de salmón.
¡¡Qué horterada, señor, que horterada!!

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