lunes, agosto 20, 2007

Inocencio Arias, Trepidante Sarkozy

lunes 20 de agosto de 2007
Trepidante Sarkozy Inocencio Arias

El International Herald Tribune bajo el titular “España se repliega y descuida su influencia” decía ayer que el presidente Zapatero se ha concentrado en problemas internos y esto ha significado que “el perfil político internacional de España se haya venido encogiendo” en relación al que tenía durante las presidencias de Felipe González y Aznar. El periódico opina que es una cuestión de prioridades.
El Presidente francés Sarkozy, a diferencia de muchos europeos, sin embargo, parece estar en todas partes. Y busca ciertamente los focos en la escena internacional. Incluso en vacaciones. La elección de un pequeño pueblo del nordeste de Estados Unidos, Wolfeboro, para pasar quince días de asueto estival ha sido escudriñada en detalle por la prensa francesa.
Vino primero la pregunta: ¿Por qué Estados Unidos?
¿Para parchear sus deterioradas relaciones con Washington? ¿Para huir de los fotógrafos franceses?
Siguieron otras: ¿Quien pagaba el alquiler, 22.000 euros semanales, de la suntuosa casa en que residía?
Dos millonarios amigos, ha contestado el propio Presidente telefónicamente al periódico Le Monde. ¿Por qué su esposa, Cecilia, no le acompañó a la barbacoa que le ofrecieron el presidente Bush y su padre en la casa de éste? Tenía anginas, explicó ante periodistas escépticos el portavoz oficial. ¿Por qué ha ido a Estados Unidos en vuelo regular? ¿Para ahorrar o como golpe de efecto dado que al avión comercial le seguía un Falcon militar?
Cotilleos aparte, Sarkozy ha aprovechado su descanso para tener una relajada entrevista con Bush en la que han tratado de Irán, el Líbano y Darfur y que ha sido presentada como un nuevo despegue de las relaciones entre los dos gobiernos enfriadas con Chirac (el anterior Presidente galo había incluso rechazado una invitación parecida). En todo caso, Sarkozy, que se esfuerza en restañar las heridas con Estados Unidos causadas por la intervención en Irak, no será un interlocutor tan dócil para Washington como algunos imaginan, pero su foto con Bush ha sido primera en muchas televisiones del mundo.
Su olfato para crear noticias le ha llevado, ante la caída de las bolsas mundiales y la crisis económica, al pedir a la canciller alemana que el G-8 se ocupe más de la transparencia de las transacciones internacionales. No es seguro que la señora Merkel aprecie verdaderamente el frecuente protagonismo de que Sarkozy hace gala desde que pisó la arena internacional como Presidente. Desde su retiro de Estados Unidos, el francés ha emitido diez y seis comunicados presidenciales y charlado en seis ocasiones con los periodistas aparte de viajar fugazmente a Francia para asistir a las exequias del prestigioso cardenal Lustiger. Ahí también robó el show a los asistentes incluido su Primer Ministro. “Si no hubiese ido”, explica, “se me habría criticado. Asistiendo, puede que oiga protestas de alguna organización laica de las que le importan un pepino a los franceses”.
A su regreso el domingo tiene previstas tres diferentes reuniones ministeriales sobre emigración, seguridad, etc…
Los franceses, por el momento, parecen satisfechos con su trepidante Presidente. La señora Segolene Royal parece ya una rival de una elección enormemente lejana. La política es voraz e ingrata.

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