Inocencio Arias, La Olimpiada de Pekin arma de doble filo

lunes 13 de agosto de 2007
La Olimpiada de Pekín arma de doble filo Inocencio Arias

China sigue dando titulares que muestran inequívocamente que es un actor principal en la escena internacional, sus reservas superan holgadamente el billón de dólares y sus dirigentes hacen comentarios tranquilizadores en el sentido de que no intentan desprenderse de ellos, sus exportaciones baten un nuevo record y la ciudad de Shenzen, vecina de Hong Kong, anuncia la instalación de 20.000 cámaras de televisión para incrementar la seguridad y la introducción de un carnet de identidad con un chip en el que constará hasta el historial laboral de un persona pasando por su raza, religión, etc…
Los Juegos Olímpicos de Pekín están a menos de un año —se inauguran en la fecha mágica de 8/8/08— y las autoridades chinas quieren echar la casa por la ventana. Serán un escaparate mundial para mostrar la modernidad del país —la NBC estadounidense trasmitirá unas 3.600 horas, más que en ninguna Olimpiada— y se cuidan todos los detalles. Para que el tiempo no agüe la fiesta, por ejemplo, se utilizarán unos 7.000 cañones de lluvia que, llegado el momento, lanzarán al cielo filamentos de yoduro de plata que desvíen las nubes y provoquen las precipitaciones en lugares ajenos a los Juegos.
Quien puede, sin embargo, estropear el festejo es la politización de los Juegos, posibilidad que tiene en vilo a los dirigentes chinos. La Olimpiada es una ocasión única para el gobierno de Pekín pero también para los que quieren denunciar la política de derechos humanos o cualquier otra “debilidad” china. El tema de Darfur en Sudán, por la connivencia china con el régimen de ese país, ya les ha dado quebraderos de cabeza. Hace días un proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes de Estados Unidos solicitaba el boicot de los Juegos si Pekín no dejaba de apuntalar a los regímenes opresores de Birmania, Corea del Norte y Sudán. La ONG Reporteros sin fronteras vapulea la falta de libertad de prensa en China y el encarcelamiento de diversos periodistas o internautas, cien según ellos. Parecida denuncia formula la Human Rights Watch de Nueva York. Según ellos, China no ha respetado sus promesas de liberalización y muestra “un claro cinismo al invocar el espíritu olímpico”. La situación política del Tíbet también puede ser evocada.
Estos días las autoridades chinas han recibido el espaldarazo técnico de Jacques Rogge, Presidente del COI, aunque no ha faltado una advertencia en el sentido de que si la polución no mejora en Pekín alunas pruebas deberán ser aplazadas o cambiadas de sede. La espada de Damocles política sigue, con todo, ahí. Shi Yinhong, profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Pueblo de Pekín, dice que, acabado el Congreso del partido comunista de Octubre, los jerifaltes chinos deberán dedicarse prioritariamente a los Juegos. Les va bastante en ello.