jueves, agosto 16, 2007

Infierno sin fin

Infierno sin fin
16.08.2007 -

Las autoridades iraquíes, su maltratados conciudadanos y el conjunto de la comunidad internacional tienen ya la terrible certeza de hasta dónde puede llegar el infierno irrefrenable que sufre el país. Los sangrientos atentados suicidas en el norte de Bagdad contra la minoritaria comunidad yazidí se han saldado con más de 500muertos, que fuentes hospitalarias elevan hasta el medio millar. El hecho de que éstos sean los ataques más mortíferos desde la invasión de Irak, en 2003, atestigua con nitidez la envergadura del caos que reina en la zona, definido por la insoportable tragedia humanitaria, la crisis política estructural y la incapacidad de la Administración de EE UU para garantizar la seguridad y conseguir estabilizar las instituciones locales. Los atentados, atribuidos a las células de Al-Qaida, han ido dirigidos esta vez contra una minoría religiosa con reducida presencia de kurdos y chiíes, cuyo carácter preislámico siempre ha provocado el rechazo de la mayoría musulmana. Las brutales consecuencias de los camiones bomba escenifican cruelmente el nuevo intento de la organización de Bin Laden de extender el terror y de cortocircuitar cualquier expectativa de solución que pase, necesariamente, por amarrar las medidas de seguridad y avanzar en la reconciliación entre las distintas facciones del país.La matanza, llamada a exacerbar las tensiones internas, ha coincidido con la convocatoria gubernamental de una cumbre con líderes políticos y religiosos kurdos, chiíes y suníes para intentar salvar el Ejecutivo de coalición y encarrilar una normalización institucional que pueda favorecer la salida progresiva de las tropas de EE UU. Pero es dudoso que el primer ministro, Nuri al-Maliki, logre liderar tan ambiciosos objetivos, lastrado como está por la división en el seno de su Gobierno y su ineficacia para garantizar la protección de sus conciudadanos. En medio de una crisis política sin precedentes y bajo la amenaza de Al-Qaida, un eventual relevo forzado al frente del poder iraquí introduciría mayor desestabilización y actuaría como un nuevo condicionante para la revisión de la estrategia en Irak que, una vez recibidos los informes del embajador Ryan Crocker y el general David Petraeus, afrontará el legislativo estadounidense a partir de septiembre.

No hay comentarios: