domingo, agosto 05, 2007

Gonzalez formula con la boca pequeña dos criticas a ZP

Felipe González formula con la boca pequeña dos críticas a Zapatero
Elsemanaldigital.com
González no critica a ZP para no dar alas a la "insensatez" del PP

6 de agosto de 2007. El ex presidente del Gobierno, Felipe González, sigue considerándose llamado a tutelar a José Luis Rodríguez Zapatero. En una extensa entrevista publicada este domingo, el líder moral del PSOE marca las distancias respecto a su sucesor, al que le une sin embargo un sentimiento que no oculta: el rencor hacia el Partido Popular que, con José María Aznar, lo desalojó democráticamente y para siempre del poder. Pero el odio no es buen consejero político. En las grandes cuestiones nacionales González no está de acuerdo con lo que su partido ha hecho desde La Moncloa en esta legislatura. En efecto, si había dos asuntos graves que requerían tacto y firmeza por parte de cualquier gobernante éstos eran en 2004 y siguen siendo hoy el terrorismo de ETA y la organización territorial de España. Felipe González considera que frente a la banda abertzale Zapatero ha pecado de "exceso de optimismo", lo cual, teniendo en cuenta que la tregua está rota y que Zapatero va a ir a unas elecciones generales sin el gran éxito que esperaba, es mucho decir. Y el ex secretario general socialista no se queda ahí: sin ningún reparo afirma que Pasqual Maragall se atrevió a presentar en Madrid un nuevo Estatut catalán que nunca habría osado plantear si el Gobierno hubiese sido presidido por el mismo González. Ahí es nada. Como muchos hombres de Estado, González cree que sus herederos no están a su altura, y que los problemas del presente serían menos graves si los hombres del pasado se hubiesen encargado de ellos. Sin embargo, cada generación tiene su momento histórico, y el de Felipe González quedó atrás hace tiempo.España no vive su mejor momento político. Es natural que muchos hombres y mujeres de izquierdas vuelvan su vista y sus recuerdos a quien gobernó España entre 1982 y 1996, ya que muchos de los problemas de 2007 no existieron entonces. Sin embargo, los errores y defectos de José Luis Rodríguez Zapatero, por muchos que sean, no deben ocultar los grandes problemas insolutos de la política felipista. Como se ha demostrado a propósito de la política antiterrorista, de la cuestión territorial y muy especialmente en el caso de Navarra, los problemas internos del PSOE de Felipe González, poco o nada tratados, se pueden convertir años después en problemas nacionales. Fallará Zapatero, sin duda, pero no es González el hombre más indicado para señalar al presidente las soluciones que el país necesita ahora.

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