lunes, agosto 20, 2007

German Yanke, Gallardon insiste

lunes 20 de agosto de 2007
Gallardón insiste Germán Yanke

Ya sé que no es una declaración formal, sino la respuesta a una pregunta, pero, en vez de dejar pasar el asunto, remitirse a algo que ya dijo y no insistir, insiste. Y lo hace añadiendo un motivo a su deseo de estar presente en lista electoral que en las próximas elecciones generales encabezará en Madrid Mariano Rajoy: que esté presente en el Congreso: lo “favorable” que sería para la capital que su alcalde tuviese “voz” en la cámara. En este sentido, cita los casos de Juan Barranco y Enrique Tierno.
El argumento añadido es endeble, la verdad. No digo que no sea interesante que el alcalde de Madrid esté en los bancos del Congreso, pero era de esperar que Ruíz Gallardón no se sumase a esa manía un tanto provinciana que quiere hacer del Parlamento altavoz de intereses particulares. Ya es mosqueante que, en vez de que los diputados, que representan cada uno de ellos a todos los españoles, se ocupen con inteligencia de los grandes asuntos nacionales, tengamos que aguantar interminables plenos (y hasta los Debates sobre el estado de la Nación) en los que cada partidito regional reclama una carretera o una desaladora a cambio de poner buena cara. Si se suman a ello los dos grandes partidos estamos aviados. Además, el argumento utilizado hasta ahora —su participación personal en el proyecto de Mariano Rajoy— suena mejor.
La razón de la insistencia, por otro lado, se me escapa. Porque, a la vista de las reacciones a sus anteriores ofertas, sólo caben dos opciones. O Mariano Rajoy no lo ha decidido aún o, si lo ha decidido, no ha decidido cuando y cómo anunciarlo. Así que, en estas circunstancias, la oferta del alcalde no se hace a la opinión pública ni al conjunto de los afiliados, sino a su presidente y se diría que la prudencia conduce a no aventarla demasiado por el momento. Sobre todo cuando sus partidarios —que, ciertamente, son muchos en el PP— callan y sus adversarios —que son importantes— saltan a la menor insinuación. Esperanza Aguirre se ha referido, en este sentido, al deseo de Ruíz Gallardón de aspirar “a las más altas responsabilidades a nivel nacional”, con lo que da la impresión de que, más que ayudar a Rajoy, su pretensión sería otra. A Ángel Acebes se le nota en el tono que la opción Gallardón no le complace porque, en vez de salir con eso tan suyo de que el alcalde es muy valioso pero ya veremos, suelta lo de que cada cual se ocupe de lo suyo. Resulta una reprimenda en vez de una larga cambiada. La larga cambiada de Acebes, más bien, se refiere a su propia responsabilidad en el partido del que es secretario general, cuando dice que ahora no toca “hablar de nosotros”, sino de los problemas de los ciudadanos. En Barcelona si tocaba hablar de ellos o, al menos, ellos estaban relacionados, como es lógico, con las soluciones para los problemas de los ciudadanos, que también es asunto del que se debería ocupar un partido.
Otra cosa sería que Ruíz Gallardón, que une su oferta a un proyecto “moderado” quisiera abrir el debate del programa, de la estrategia y de los modos. O, simplemente, hacer su propuesta. Y sería, si se da, que aun no se ha dado, algo ciertamente interesante.
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