martes, agosto 28, 2007

GEES, Vuelve el ministro suicida

miercoles 29 de agosto de 2007
Rubalcaba
Vuelve el ministro suicida
De la virtud cívica de Rubalcaba lo sabíamos casi todo, especialmente tras los tres días de marzo de 2004. Ahora tenemos la certeza de su afán por inmolarse por un presidente que pasará a la historia como uno de los más nefastos de la historia de España.
GEES

Alfredo Pérez Rubalcaba ha vuelto de vacaciones de la misma forma en que se fue: inmolando su prestigio político por los apaños de ZP con los terroristas. Esta vez ha sido a propósito de la legalización de ANV, tema en el que de nuevo el ministro sirve de escudo humano. Mientras ZP aún sestea de vacaciones, Rubalcaba sigue quemando el prestigio que, pese a todo, aún le quedaba en medios políticos y periodísticos.
HB fue creada por ETA en 1978 con dos objetivos estratégicos. En primer lugar, atraer, aglutinar y controlar el voto nacionalista radical, muy fragmentado después del rosario de escisiones que culminó en la crisis de ETA-pm. En segundo lugar, HB nació para desestabilizar desde dentro las instituciones democráticas. Su presencia en las instituciones busca minarlas, deslegitimarlas y paralizarlas. Rubalcaba lo sabe bien; defendía esto durante los años en que ZP permanecía silente en su escaño, y los socialistas usaban el crimen de Estado contra el entramado etarra.
Ni una sola de las personas que han participado y participan en la lucha antiterrorista ponen en duda que HB, EH, Batasuna o ANV son el frente institucional de ETA. El Ministerio del Interior rebosa de informes al respecto. Informes que Zapatero despreció: legalizó ANV, no por imposibilidad policial o judicial, sino por los pactos suscritos voluntariamente con ETA. En vez de usar los resortes del Estado contra los etarras, ZP los usó a favor del frente institucional de ETA. Y a la cabeza de esta maniobra puso a su ministro suicida, aquel capaz de sacrificar cualquier resto de prestigio político o profesional que pudiera quedarle para tapar los inconfesables apaños de su jefe con los asesinos etarras.
De la virtud cívica de Rubalcaba lo sabíamos casi todo, especialmente tras los tres días de marzo de 2004. Ahora tenemos la certeza de su afán por inmolarse por un presidente que pasará a la historia como uno de los más nefastos de la historia de España. Tras regresar de las vacaciones de verano, Rubalcaba vuelve a unir su figura a la de ZP hasta las últimas consecuencias y responsabilidades: Sean éstas del tipo que sean, Rubalcaba no podrá decir que la cosa no iba con él.
GEES, Grupo de Estudios Estratégicos.

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