miércoles, agosto 29, 2007

Garcia Candau, Las estrellas no son incompatibles

miercoles 29 de agosto de 2007
Las estrellas no son incompatibles Julián García Candau

La historia del fútbol mundial recuerda equipos en los que las grandes figuras se juntaron en el campo y obtuvieron grandes triunfos. En el Madrid, por citar un ejemplo cercano, se llegaron a juntar cinco delanteros con funciones distintas, Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento. En el Barça de las cinco copas jugaron Basora, Kubala, César, Moreno y Manchón. La famosa “Máquina” de River Plate la formaron Muñoz, Moreno, Pedernera, Labruna y Lostau y Di Stéfano era suplente.
La historia nunca ha dicho que fueran incompatibles en el campo futbolistas como los citados. Todos los grandes expertos denostan la teoría de que hay problemas cuando un equipo alinea muchas estrellas. En Barcelona tendremos toda la temporada la polémica sobre la posibilidad o lo contrario de alinear a Messi, Ronaldinho, Eto´o y Henry juntos.
El problema en estos casos no radica en la abundancia, todo lo contrario, sino en la distribución de funciones. Siempre se ha dicho que futbolistas de distintas naciones se bastan con el idioma del fútbol para entenderse.
La cuestión barcelonista radica en la mano izquierda del entrenador. Lo primero es conseguir que no existan celos y que se confabulen para ejercer un fútbol solidario. Si Frank Rikjaard acaba cometiendo errores como el de prescindir de Messi cuando no se pasa del empate en Santander, para dar entrada a Henry y no sentar a Ronaldinho que no da la cara, los problemas existirán hasta final de temporada y con resultados funestos para el club.
La cuestión más grave en casos como el azulgrana está en el compromiso de todos los jugadores. Si hay alguno a quien le habría apetecido cambiar de aires será inútil cualquier actitud bienintencionada del entrenador.
Hay ocasiones en que pese al dolor de corazón que cause un despido o un traspaso la directiva ha de actuar con firmeza. Con una pieza que no quiera encajar cuatro estrellas no se acoplarán nunca.
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