Florention Portero, Maliki es la clave

martes 28 de agosto de 2007
Maliki es la clave
PORM FLORENTINO PORTERO
Si las críticas demócratas contra la estrategia militar de Bush no se han caracterizado por su sensatez, no podemos decir lo mismo de sus reiteradas denuncias del proceso político iraquí. El Gobierno de Nouri al-Maliki ha fracasado en su intento de lograr un acuerdo entre suníes, chiíes y kurdos para reconstruir el país. Hoy tanto la inteligencia americana, como el propio Bush o el carismático nuevo ministro de Asuntos Exteriores francés, Kouchner, le han señalado como el principal escollo político para avanzar en la dirección correcta y no sólo en Irak.
La inteligencia norteamericana y destacados analistas demócratas han reconocido que la nueva estrategia norteamericana diseñada por el general Patraeus está surtiendo efecto. Distinguidos jefes suníes han abandonado a Al Qaida y se han unido a las tropas iraquíes y norteamericanas en su combate. La seguridad en el área de Bagdad ha mejorado y el margen de maniobra de los fundamentalistas se reduce. Patraeus tiene que presentar en breve sus conclusiones al Senado y ese será el punto de arranque de un debate parlamentario que concluirá en el apoyo o no a la estrategia de Bush.
Sin embargo, ¿de qué vale una estrategia militar exitosa si el Gobierno iraquí alienta el rencor y la venganza? Esa será la línea argumental de los demócratas contra Bush y en este caso no resultará pólvora mojada. Los opositores a Maliki han criticado a Estados Unidos por no implicarse suficientemente en la política interior y en la Casa Blanca han optado por la injerencia. Las presiones han debido ser importantes pues Maliki se ha visto en la obligación de reunir a un conjunto de notables y pergeñar un acuerdo. ¿Va en serio? Pronto lo sabremos.
La sociedad norteamericana está cansada de la guerra de Irak, critica a su presidente por mala gestión pero no quiere ser derrotada por una banda terrorista. Los demócratas no acaban de convencer con su demanda de retirada, porque no soluciona nada. En este debate Maliki puede ser la clave. Difícilmente podía el presidente Bush encontrar un socio peor.