martes, agosto 14, 2007

En el PP comienza a debatirse por qué se deja la inciativa al PSOE

En el PP comienza a debatirse por qué se deja la iniciativa al PSOE
Miguel Ángel Orellana

¿Dónde está Rajoy? En algunos círculos asoman gestos de preocupación. Algo no va bien, más allá de los ascos de su líder a unas fotos electoralmente rentables.14 de agosto de 2007. Lo que ocurra en ocho meses, en las próximas generales, cuando los colegios electorales cierren sus puertas e inicien el recuento de los votos, es una incógnita. Algo dicen las encuestas y también se puede percibir si en el ambiente flotan aires de cambio o de continuidad. En principio, incluso en el PP empiezan a ser conscientes de que el PSOE volverá a ganar las elecciones. Los sondeos auguran, además, que por estrecho margen. Y, sin embargo, es incomprensible que Mariano Rajoy permanezca desaparecido.¿Dónde está Rajoy?Ésa es la pregunta más constante estos días. Al margen de que el presidente del Partido Popular pueda aparecer este jueves en Pamplona dándole la mano a Miguel Sanz en su toma de posesión como presidente foral, al candidato popular a la presidencia del Gobierno se lo ha tragado la tierra. Dicen que ha sido su entorno quién le ha aconsejado mantenerse tumbado a la bartola hasta el arranque del curso: "De aquí a las elecciones haremos lo posible por no equivocarnos", se cuenta que le han dicho. Y la mejor forma de no meter la pata es evitando todo tipo de peligros.La leyes de Murphy ya dicen que cuando las cosas van mal tienden inexorablemente a empeorar, y eso parece ocurrir al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de que el último sondeo del CIS –"cocinado en 17 fogones, tantos como comunidades autónomas", me decía un dirigente popular- le alegrase un tanto el sombrío panorama. Pero la cuestión de fondo es también cómo Mariano Rajoy ha permanecido escondido ante las catástrofes zapateriles y presenta un verdadero encefalograma plano a la hora de las ideas y la imaginación.A todo el mundo le hubiera parecido razonable que el propio Rajoy se hubiese situado el primero al frente de la manifestación en el caos de Barcelona. Cierto que la Oposición tiene la responsabilidad de no contribuir a generar y extender la alarma social, pero de ahí al silencio de su jefe va un trecho. Lo que no es de recibo es que ante la espantada de las distintas administraciones (central, autonómica y municipal) el presidente del PP no haya aparecido ante los medios exigiendo responsabilidades. Todo un despropósito.Súbita aversión a las fotos¿Desde cuándo le hace ascos un servidor público a una foto electoralmente rentable? Es la grandeza y al tiempo la servidumbre de la política. ¿Que habría un componente electoralista en el acoso al Gobierno por su gestión de este contratiempo? Pues claro. La noción de "lo electoral" es inseparable del quehacer político, pues supone asumir la evaluación continua de los ciudadanos y sus representantes. Es ante ellos, ante los que Rajoy debió exigir explicaciones de forma prioritaria. Y pedirles de paso que no callen ante la ineficacia, la desidia o la descoordinación e irritarse si no les hacen caso.Eso también es la democracia. Los electores, que no son tontos, toman nota. Sobre todo los casi diez millones de votantes del PP, a los que Mariano Rajoy decepciona con su silencio, lo que hace que, ante la seriedad de los asuntos que requieren su atención, la oposición se hubiera quedado huérfana. Porque, díganme, ¿no deberíamos escuchar algo por boca del flamante líder de la oposición? Hoy por hoy, el vacío de liderazgo es tan grande que si el Partido Popular no se lo toma en serio y adopta soluciones, le va a costar un serio disgusto electoral. Claro que en la Oposición existe la siguiente versión: "Lo que ocurre es que Rajoy esta midiendo los tiempos, y los tiempos en política son casi tan importantes como las propuestas que se puedan hacer".Lo que quiere decir que Rajoy está dejando que el Ejecutivo se desgaste, para iniciar in person la verdadera carrera tras el verano. "Bien pero, en estos primeros compases, la iniciativa la lleva el PSOE, y ya se sabe eso de que lo mejor es que hablen de ti, aunque sea mal, y las portadas de estos días de agosto en los periódicos se las ha llevado José Luis Rodríguez Zapatero". Pérdida de iniciativa, ésa es la crítica que se oye en el PP. ¿Será que la gente está nerviosa y no entiende que cada cosa tiene su momento? El problema, mantienen algunos, es que "si el Partido Popular no empieza a ocupar las páginas de los diarios, se va a limitar a hacer de cirujano que analiza las propuestas del PSOE, las critica, pero no aporta ninguna idea".El riesgo de "almunismo"Cierto, aunque en el círculo más cercano a Rajoy se tiene otra impresión: "Ahora hay que estarse quieto, no moverse hasta septiembre, y dejar que se hable del PSOE, porque eso nos va a beneficiar a medio plazo". Los que así piensan creen que el electorado es lo suficientemente maduro "como para darse cuenta de que el socialismo es una jaula de grillos y empezará a valorar positivamente, sobre todo por comparación, al PP". No sé, a mí me parece que la oposición debe ser algo más ardorosa, como con más colmillo retorcido, pero sin llegar a los excesos de Acebes-Zaplana o la sin sustancia de Sáenz de Santamaría–Elorriaga. De lo contrario, Rajoy va de cabeza a reproducir el gatillazo de Joaquín Almunia, empujado por el dedo de Felipe González y nunca legitimado del todo por las bases del PSOE. Y es que dentro del Partido Popular nunca ha dejado de circular la teoría del almunismo como un fantasma que ronda a Rajoy

No hay comentarios: