jueves, agosto 09, 2007

El PSN-PSOE se hunde mientras Navarra sigue su camino

El PSN-PSOE se hunde mientras Navarra sigue su camino
Elsemanaldigital.com

10 de agosto de 2007. El líder de UPN, Miguel Sanz, inició ayer jueves y concluirá mañana sábado su cuarto proceso de investidura como presidente del Gobierno de Navarra. Tras dos meses de incertidumbre en la Comunidad Foral, y de dudas en el seno del PSN-PSOE sobre un posible pacto con los abertzales de Nafarroa Bai, el centroderecha navarro conservará el poder. Sanz, sin embargo, ha prometido cambios en el estilo de gobierno, mientras que los socialistas navarros viven, enfrentados, sus horas más bajas.La normalidad política vuelve a Pamplona. Sólo en Navarra, de entre las comunidades que celebraron elecciones autonómicas el 27 de mayo, estaba pendiente la constitución de Gobierno. Las acusaciones lanzadas por UPN y PP en los meses anteriores sobre un acuerdo entre PSOE IU y los nacionalistas vascos se han visto confirmadas por un acuerdo programático entre esas fuerzas que sólo en el último momento la dirección nacional del PSOE ha impedido desde Madrid en atención a su coste electoral general. Esa decisión de Ferraz deja a UPN y a sus socios de CDN en posición de mantener el poder en Pamplona a pesar de haberse quedado a muy poco de la mayoría absoluta, al tiempo que cunde la división entre los socialistas navarros y la perplejidad entre los abertzales.Miguel Sanz presentó ayer su programa de legislatura con los anunciados "guiños" al PSN, que consisten en una reforzada política social, en un pacto con la CDN de Juan Cruz Alli que prevé incluso una futura apertura del Gobierno al PSOE y un perfil político suave en la designación de consejeros y altos cargos. Sanz tiende la mano al PSOE, ya que, aunque dispone del 48% del voto popular y de los escaños parlamentarios, los 12 diputados del PSN-PSOE son imprescindibles hasta la celebración de nuevas elecciones.Ante la amenaza del improvisado portavoz socialista, Roberto Jiménez, de que el partido de José Luis Rodríguez Zapatero no descarta en el futuro una moción de censura (de la mano de los nacionalistas vascos, anexionistas), Sanz advirtió al Parlamento de que no renuncia a disolverlo y convocar nuevas elecciones para buscar la estabilidad institucional y el bienestar de los navarros. Se da la circunstancia de que Sanz podría haber forzado ya en este momento esas nuevas elecciones, en un momento en el que todas las encuestas coinciden en darle la mayoría absoluta. La situación del PSOE, en cualquier caso, hace prever una legislatura difícil pero no imposible para Miguel Sanz, que ha conseguido impedir que la ikurriña vasca ondee en las instituciones forales.Carlos Chivite, secretario general del PSN-PSOE, aparece mientras tanto acuciado por los problemas internos. Al descontento de los meses pasados, protagonizado por los socialistas constitucionalistas que no desean ninguna alianza con los abertzales, ha seguido el malestar de quienes, con un pacto tripartito, esperaban alcanzar posiciones de poder que el PSN no disfruta desde hace más de una década. El senador Chivite ha cumplido fielmente las órdenes de Ferraz y permanece en su puesto, mientras que el candidato Fernando Puras ha renunciado a todos sus cargos, se suceden las asambleas informales de militantes y la Ejecutiva de Juventudes Socialistas ha dimitido en pleno. El PSOE navarro ahonda una crisis que se viene arrastrando desde los escándalos de corrupción de Gabriel Urralburu en las décadas de 1980 y 1990, y ha quedado reducido a ser la tercera fuerza política en una Comunidad que la opinión pública española considera simbólicamente muy importante.

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