El PSN, convertido en una olla a presion, exige que Blanco dé la cara

LA CRISIS NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR

El PSN, convertido en una olla a presión, exige que Blanco dé la cara
Elsemanaldigital.com
´DESAUTORIZADO´
Así ha declarado sentirse Fernando Puras tras el golpe de mando que la dirección nacional del PSOE dio el viernes.

Blanco apuntala como puede un partido que comienza a sublevarseAcusan a Zapatero de defraudar "en demasiados ámbitos"El PSN va a pagar muy caros los errores de Zapatero
La dimisión de Fernando Puras no ha conseguido apaciguar los ánimos de los socialistas navarros, que echan pestes contra el PSOE. Chivite se queda, pero puede haber más dimisiones.

6 de agosto de 2007. La dimisión de Fernando Puras no ha conseguido apaciguar los ánimos en el seno del Partido Socialista de Navarra. El enfado de sus miembros con la dirección nacional del partido, que les ha impedido gobernar, sigue igual. Tanto que en la reunión de la Ejecutiva Regional celebrada este lunes por la tarde se ha convocado un nuevo encuentro para el 1 de septiembre, pero con "pesos pesados" de Madrid que den la cara: sus integrantes piden que ese día haya miembros de la Ejecutiva Federal del PSOE presentes, "en especial" su secretario de Organización, José Blanco, a quien los socialistas navarros tienen muchas ganas de pedir cuentas. Puras ni siquiera se presentó a la reunión, sino que apareció en la sede una hora más tarde, lo que hacía prever sus intenciones. Con su dimisión contenta –aunque sólo en parte- al sector crítico del PSN, que llevaba semanas pidiendo su "cabeza" por anteponer los deseos del PSOE a los de los compañeros navarros. Las críticas aumentaron después del viernes: manifestaciones de militantes a las puertas de la sede del partido y hasta miembros de la Ejecutiva pidiendo la disolución del PSN. No seguirá sus pasos el secretario general del partido, Carlos Chivite, quien en declaraciones a El País afirmó que seguirá en su puesto hasta el año que viene, cuando se celebre el próximo congreso del partido.El que fuera candidato a la Presidencia de Navarra ni siquiera esperó a la investidura de Miguel Sanz (UPN), cuando se rumoreaba que podría haber hecho efectiva su dimisión, para tirar la toalla. Puras ha tomado esta decisión al sentirse desautorizado por la dirección nacional del PSOE, según declaró en una comparecencia de prensa en la que no admitió preguntas de los periodistas. Antes había comunicado su dirección a la Ejecutiva Federal del PSOE, que señaló que la respeta.Era de esperarSu renuncia, más pronto que tarde, se veía venir desde el viernes, cuando Puras acudió junto con Chivite a la sede madrileña del partido. Allí Blanco, les comunicó lo que Ferraz ha venido manteniendo desde que el PSN perdiera las elecciones: no aceptarían que los socialistas navarros pactaran con los nacionalistas de Nafarroa Bai porque ese acuerdo podría poner en serio peligro las elecciones generales. Todo después de que dos días antes la Ejecutiva Regional del PSN avalara por segunda vez el Gobierno con NaBai.En el comunicado leído ante los medios Puras aseguró que respeta las bases de su partido, las mismas por las que Ferraz era quien tenía que decir la última palabra. Respeta las normas pero no las comparte, y por eso se va. "No se ha escuchado al pueblo navarro, que quería otro Gobierno para Navarra", lamentó. Puras mostró su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero y a Chivite. Lo que está claro es que, con Puras o sin él, la crisis en el seno del PSN se agrava y es posible que otros de sus destacados miembros decidan en los próximos días tomar una decisión tan drástica como la de su ya ex líder. La ronda de contactos definitivaEntretanto, la presidenta del Parlamento navarro, Elena Torres, iniciará el martes una nueva ronda de contactos. La propia Torres declaró a El País que se siente "decepcionada" como socialista. "Los votantes del Partido Socialista de Navarra no han votado que el presidente fuera Miguel Sanz, sino Fernando Puras", dijo. Esta vez sí Miguel Sanz se presentará y ganará por mayoría simple en la segunda vuelta con la abstención de los socialistas. Lo que más temen los socios del PP ahora es que, tras las elecciones generales, socialistas y nacionalistas se alíen para destronar a UPN con una moción de censura. La popular Soraya Sáenz de Santamaría pidió al PSN que evite esa tentación y trabaje "codo con codo" con el nuevo Gobierno de Sanz para devolver la "normalidad" a Navarra.