martes, agosto 14, 2007

El PP debe reprobar a Lady Aviaco

15-VIII-2007
El PP debe reprobar a Lady Aviaco
La obligación del PP no se limita a recordar que la ministra no cuenta con el apoyo de la Cámara. Ha de presentar de inmediato una moción de reprobación contra la ministra en el Congreso de los Diputados.

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se ha negado a asumir responsabilidad alguna por el caos ferroviario que está viviendo Cataluña. Pero sus mismas explicaciones demuestran que han sido las decisiones de su departamento las que han provocado la reducción en el número de vías disponibles. Aunque las obras siempre causen problemas y reducciones en la calidad del servicio, no se recuerdan cancelaciones y retrasos como los vividos estas semanas en Cataluña, obligando en algunos casos a los viajeros a tener que caminar hacia la estación tras estar horas paralizados en los vagones.
Lady Aviaco, como se la calificó durante su mandato en Andalucía por su extremada afición a viajar en avión a costa del contribuyente, ha intentado echar balones fuera echándole la culpa al PP. Pero durante el periodo comprendido entre 1993 y 2005, la puntualidad en el servicio de Cercanías fue del 98'5%. En cuanto al dinero dedicado en infraestructuras, el porcentaje de gasto en Cataluña subió del 15,8% de 2001 al 18,6% en 2003, para ir bajando progresivamente cada año que ha gobernado Zapatero hasta llegar al actual 14%. No parece, pues, que la situación sea consecuencia de hipotecas heredadas de la época del PP. No ha sido éste quien ha planificado la forma en que se están llevando a cabo las obras del AVE y de la remodelación de la estación de Sants, y que tantos quebraderos de cabeza está causando a los viajeros.
Todos los grupos parlamentarios, a excepción del PSOE, han estado de acuerdo en que lo del Ministerio de Fomento son excusas de mal pagador y han pedido la dimisión de su responsable. Sin embargo, cabe temer que no sea más que una farsa destinada al consumo interno, especialmente en el caso de los integrantes del tripartito. Así pues, dado que Magdalena Álvarez ya ha advertido de que no va a dimitir y el presidente del Gobierno no ha dicho nada de cesarla, la obligación del PP no se limita a recordar que la ministra no cuenta con el apoyo de la Cámara. Ha de presentar de inmediato una moción de reprobación contra la ministra en el Congreso de los Diputados.
Sería un movimiento que le reportaría beneficios fuera cual fuera el resultado. En el supuesto de que los partidos que apoyan a Zapatero se echasen atrás, demostrarían tener más interés en mantener sus cargos o en atacar al PP que en defender a los catalanes, lo que les haría perder fuerza y credibilidad ante la opinión pública. El PP volvería a quedarse solo, sí, pero del mismo modo en que se quedó solo rechazando las cesiones del PSOE a ETA, con la razón y los ciudadanos de su parte.
En cambio, si los nacionalistas apoyaran la reprobación, el PP se cobraría la cabeza de una pésima ministra y podría ponerse la medalla especialmente frente a la ciudadanía catalana, además de debilitar a todo el Gobierno de Zapatero. Y es que no hay que olvidar que, aunque cada ministro sea responsable de su departamento, desde un punto de vista constitucional la responsabilidad es solidaria, es decir, atañe a todo el Ejecutivo. La reprobación a un ministro no deja de ser una censura a quien lo ha nombrado, y se produciría a pocos meses de las elecciones.No obstante, un movimiento así exige que el PP se mueva con rapidez. Los catalanes han de estar sufriendo el desastre mientras la moción se debate en el Parlamento, para que los grupos nacionalistas catalanes no puedan esquivar su responsabilidad y confiar en la mala memoria de sus votantes. No hay razones para no presentar esta moción; las vacaciones no son excusa suficiente.

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