viernes, agosto 10, 2007

Cesar Alonso, Leninismo y picaresca

viernes 10 de agosto de 2007
Leninismo y picaresca
POR CÉSAR ALONSO DE LOS RÍOS
¿Quién dijo que había muerto el socialismo? ¿Qué inocente Fukuyama pudo creer que con el triunfo del liberalismo había terminado la historia de las ideologías? El gobierno de Zapatero va a demostrar que esa teoría fue un producto finisecular, una mera ilusión de los ideólogos del Imperio. El PSOE anuncia un Plan de Medios con el que va a demostrar la vigencia y la fecundidad de las concepciones intervencionistas nada menos que en el delicadísimo sector de la comunicación. Al fin, se va a cumplir el verdadero sueño del socialismo que consiste no tanto en la apropiación de los medios de producción de los bienes materiales como de los culturales. Los aparatos ideológicos del Estado podrán dedicarse a educar a las masas, a reconducir al ser humano a los estadios rusonianos de la bondad natural. En esta perspectiva, la asignatura de la educación cívica representará una pequeña parte dentro de la gran revolución platónica que preparan los socialistas.
¿Y los principios sagrados de la libertad de expresión? ¿Dónde podrán ejercitarse? Para los ideólogos de Zapatero ése será el campo propio de los medios audiovisuales privados. En ellos mandará la propiedad y sus consejos de Administración sin más control que el de los jueces y la aplicación de los códigos. Ellos tendrán libertad para una programación en la que cabrá la exaltación de la violencia, la venta de la pornografía, las concesiones todas al mercado, es decir, a los instintos primarios de las gentes en su función de «consumidoras». En cambio, el papel de las radios y las televisiones públicas deberá ser aquel que, por razones de mercado, los particulares no pueden hacer. En definitiva, el Estado asume su función educadora de acuerdo con un ideal reparto de funciones. En esta línea reivindicadora de lo público, la llamada al Estado plurinacional será cuidada desde Prado del Rey. Las lenguas vernáculas contarán con la palanca de la radiotelevisión estatal...
Por cierto, conviene no olvidar el lado picaresco del Plan. La RTVE quedará tan adelgazada, que el mercado quedará en las manos del capital privado. El nuevo socialismo.

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