martes, agosto 14, 2007

Anibal Romero, La Venezuela socialista del siglo XXI

martes 14 de agosto de 2007
Discurso de un general
La Venezuela socialista del siglo XXI
En Venezuela todos somos ya socialistas y el debate se centra en el tipo de socialismo que presuntamente debemos implantar. Con ello Chávez tiene la mitad de la batalla ganada
Aníbal Romero

El reciente discurso del comandante general del ejército venezolano Raúl Baduel durante la ceremonia de entrega del mando debe ser evaluado en tres planos: teórico, político y ético. Baduel reivindicó el proyecto socialista de la revolución bolivariana, pero alertó contra los errores del socialismo real, afirmando que el socialismo venezolano deberá ser democrático. A su vez aseveró que las ideas de Marx y Engels constituyen una "teoría científica" sobre cuyos cimientos debe levantarse nuestro socialismo. Dijo también que uno de los errores del socialismo real fue "la insuficiente generación de riqueza", añadiendo que "antes de repartir la riqueza hay que generarla".
En su parte teórica, lo dicho por Baduel es un disparate que combina pobreza intelectual con falsificación ideológica. No se explica que si la teoría de Marx y Engels tiene carácter científico la misma haya dado origen a los desastres que Baduel denuncia. Carece de sentido argumentar que mediante el uso de las doctrinas que condujeron al desastre de la URSS, Cuba y el resto de los socialismos reales, Venezuela va a crear algo distinto. En tercer lugar, el socialismo no generó riqueza en la URSS ni lo ha hecho en ninguna parte, pero no porque se cometieran errores sino porque se trata de un sistema que destruye los incentivos para trabajar, superarse y producir. Llama la atención que Baduel no se refiriera a la tragedia cubana ni al hecho que la tiranía de Fidel Castro respira gracias al subsidio petrolero venezolano.
La ausencia de libertad, división de poderes y alternancia bajo el socialismo no son casuales, sino que forman parte de la naturaleza de un sistema socioeconómico basado en la propiedad colectiva de los medios de producción. Es vergonzoso que un texto tan repleto de distorsiones, tan intelectualmente pobre y políticamente engañoso haya sido recibido con beneplácito por editorialistas y articulistas de oposición, que también nos empujan hacia la trampa del "socialismo bueno" frente al "malo". No hay socialismos buenos y todo socialismo implica la asfixia y aniquilación eventual de la libertad. Seguir insistiendo que los países europeos son socialistas constituye una mentira y un fraude intelectual.
Con esa actitud entreguista, la oposición venezolana le concede a Chávez la victoria en el terreno de las ideas. En Venezuela todos somos ya socialistas y el debate se centra en el tipo de socialismo que presuntamente debemos implantar. Con ello Chávez tiene la mitad de la batalla ganada; hasta el cardenal proclama que él estaría de acuerdo con un socialismo "democrático". Todo ello representa una claudicación absoluta ante el empeño de Chávez dirigido a estigmatizar la economía de mercado y la tradición liberal del pensamiento político. En ese sentido, Chávez ha triunfado, Baduel lo expresó y la oposición que alabó su desteñido discurso lo ratificó.
En el plano ético, Baduel debe recordar que él es corresponsable de lo ocurrido estos años en Venezuela, de la intervención cubana en nuestros asuntos internos, de la subordinación del interés venezolano al despotismo castrista, de las alianzas de Venezuela con Irán y Corea del Norte, de la delirante carrera armamentista, de la politización y adoctrinamiento marxista de la Fuerza Armada Nacional, de su gradual sustitución por una milicia cubanizada y de la entronización de una autocracia que pretende perpetuarse en el poder. Baduel nada dijo de esto y su discurso sólo sirvió para intentar hacerlo olvidar.
© AIPE
Aníbal Romero es profesor de ciencia política en la Universidad Simón Bolívar.

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