martes, julio 31, 2007

Alicia Delibes, Astronomas y matematicos trabajan en agosto

martes 31 de julio de 2007
PLUTÓN, CERES Y GAUSS
Astrónomos y matemáticos trabajan en agosto
Por Alicia Delibes
Este verano los matemáticos y los astrónomos han atraído el interés de los medios de comunicación. Y es que en la última semana del mes de agosto se han celebrado dos importantes congresos internacionales: el de Matemáticas, organizado por la Unión Matemática Internacional (IMU), en Madrid, y el de Astronomía de la Unión Astronómica Internacional (UAI), en Praga.
En Madrid se han entregados los premios a los mejores trabajos matemáticos realizados en estos últimos años: las cuatro medallas Fields a los rusos Grigori Perelman y Andrei Okounkov, al australiano Terence Tao y al alemán Wendelin Werner; el premio Nevanlinna a Jon Kleinberg y el nuevo premio Gauss al nonagenario japonés Kiyoshi Ito. A pesar del interés cada vez mayor de los matemáticos profesionales por implicar a la sociedad en los avances de su disciplina, la noticia que realmente ha llamado la atención de la prensa ha sido el desplante que el ruso Perelman a hecho a la Unión Matemática Internacional negándose a viajar a Madrid para recoger su premio.
Mientras tanto, en Praga, 2.500 astrónomos de distintos lugares del mundo han discutido sobre el sistema solar. Hasta el 24 de agosto nueve planetas, Mercurio, Venus, la Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno y Plutón, daban vueltas alrededor del Sol siguiendo órbitas elípticas. De estos nueve el más pequeño, Plutón, fue descubierto en 1930 por astrónomos norteamericanos. Al principio poco se conocía acerca de él pero desde hace ya bastantes años se sabe que tanto en su tamaño como en su órbita difiere de los demás planetas, lo que le hacía candidato a perder la categoría de planeta.
En los primeros días del Congreso de Praga supimos que nuestro sistema solar estaba a punto de incorporar tres nuevos planetas: Caronte, satélite de Plutón, el 2003UB313, que se llamaría Xena, y el viejo Ceres, el mayor de los asteroides conocidos situado entre las órbitas de Marte y Júpiter.
Al parecer, estos tres objetos celestes tenían tanto derecho como Plutón a ser llamados planetas así que la cuestión estaba en que, o bien se aceptaba la ampliación del número de planetas del sistema solar, o Plutón tenía que ser excluido. El asunto, según explicaba el pasado 25 de agosto en el diario El Mundo Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional y representante español en la UAI, ha tenido ciertas connotaciones políticas ya que el cuestionado Plutón era el único planeta descubierto por un astrónomo estadounidense. Después de graves y duras discusiones, el día 24 se pasó a la votación final. El resultado ya lo conocemos: no serán nueve los planetas, tampoco doce, serán solamente ocho, Plutón es, desde ahora, junto con Ceres y el 2003UB313 un "planeta enano" que no se puede considerar planeta y Caronte seguirá siendo sólo un satélite de Plutón.
En ambos Congresos Internacionales celebrados este verano, el de Astronomía y el de Matemáticas, se ha producido una curiosa coincidencia. Al tiempo que en Praga los astrónomos discutían sobre la posibilidad de dar a Ceres categoría de planeta, en Madrid, la IMU entregaba por primera vez el premio Gauss al mejor trabajo matemático con aplicación práctica. Este premio ha consistido en una medalla de oro con la imagen de Gauss y una curva que representa la órbita del planetoide Ceres. Este recuerdo a Ceres se debía al hecho de que gracias a los cálculos matemáticos de Gauss se pudo encontrar la órbita de este asteroide que, una vez descubierto, había desaparecido.
El 1 de enero de 1801 un astrónomo italiano llamado Giuseppe Piazzi observó con su telescopio del Observatorio Astronómico de Palermo la existencia de un nuevo cuerpo celeste y pensó que podría ser un nuevo planeta. Cuarenta y dos días después, precisamente el 11 de febrero, el objeto desapareció. El descubrimiento de Piazzi fue seguido con gran interés por todos los astrónomos de Europa, que se pusieron a trabajar con la intención de localizar la órbita de Ceres para encontrarlo de nuevo. Mientras tanto Piazzi ya había bautizado a su planetoide, se llamaría Ceres Ferdinandea en honor al rey de Nápoles Fernando IV. Pero las observaciones de Piazzi no se mantuvieron el tiempo suficiente como para ver reaparecer a Ceres que había sido ocultado por la sombra del sol.
En el verano de 1801 Gauss, que tenía entonces 24 años, vivía en Brunswick y estaba estudiando los movimientos de la Luna, se enteró de la desaparición de Ceres y se interesó por el asunto. Apoyándose en las observaciones y en los datos obtenidos por Piazzi, decidió utilizar un procedimiento matemático totalmente nuevo para calcular la trayectoria de la órbita del desaparecido "planeta". Envió sus cálculos a Zach, uno de los mejores astrónomos alemanes de la época, quien el 7 de diciembre pudo comprobar que el trabajo de Gauss permitía redescubrir el asteroide perdido e inmediatamente publicó el método aplicado por el matemático con la siguiente nota: "Sin los agudos esfuerzos y cálculos del doctor Gauss quizá no hubiéramos vuelto a encontrar jamás a Ceres, la parte más bella del mérito le corresponde, por tanto, a él".
El redescubrimiento de Ceres supuso para Gauss su consagración como científico y matemático. El 31 de enero de 1802 fue elegido miembro de la Academia Imperial de San Petesburgo. Gauss se casó el 9 de octubre de 1805, diez meses después nació su primer hijo y Gauss, en recuerdo del descubridor de Ceres, Giusseppe Piazzi, le bautizó con el nombre de Joseph.
Como en el caso del planeta Ceres, detrás de todos los descubrimientos científicos que suelen acaparar la atención del gran público está el trabajo sistemático, duro y casi siempre anónimo de un matemático. Eso es lo que ha movido a la Unión Matemática Internacional a crear este nuevo Premio Gauss Los matemáticos quieren que la sociedad reconozca la importancia de su disciplina y que la gente se dé cuenta de que las matemáticas son la clave del conocimiento del mundo en el que vivimos y constituyen la base del progreso científico y del desarrollo tecnológico.Es posible que la decisión final de la Unión Astronómica Internacional haya decepcionado a los astrónomos estadounidenses, que han visto cómo el único planeta descubierto por su país, de la noche a la mañana, ha sido rebajado de categoría, pero es posible también que muchos matemáticos se hayan sentido decepcionados porque aspiraban a que el asteroide localizado por Gauss se convirtiera en el décimo planeta del sistema solar.

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