miércoles, julio 26, 2006

Txapote y la indigna "contencion" de ZpM

26-VII-2006
Txapote y la indigna "contención" de ZP
EDITORIAL

¿Qué servidumbre es esta que exige al presidente del Gobierno “contenerse” y no expresar “lo que piensa” ante unos criminales que desafían y se burlan de la Justicia?

Si no conociéramos la actitud de ETA por sus silenciados comunicados, bastaría observar la crecida, amenazante y chulesca actitud de "Txapote" y demás criminales que están siendo juzgados en la Audiencia Nacional, para hacernos una idea de cuál será la de los fugitivos etarras que siguen gozando libremente de su impunidad, a la espera, no de ser detenidos y encarcelados, sino de negociar con el Gobierno del 14-M la impunidad de todos ellos y, sobre todo, la consecución de sus totalitarios objetivos soberanistas.
Si a todo este indigno proceso, al margen del Estado de Derecho, se le embellece como "proceso de paz", no hay que extrañarse de que, en lugar de "nocturnidad y alevosía", Zapatero reivindique y justifique el apagón informativo y parlamentario, pues "el silencio –según ha dicho– es la mejor plataforma para practicar el diálogo".
Puesto que los interlocutores de ese "diálogo" no son sino criminales fugitivos de la Justicia, no hay que extrañarse, efectivamente, de que Zapatero mantenga oculto todo lo posible esos contactos; entre otras cosas, porque pudiera ser que algún juez o policía incontrolado le dé por ser fiel al imperio de la ley y detener a alguno de los interlocutores etarras. Si Zapatero ha silenciado la naturaleza chantajista del comunicado de "alto el fuego" de sus compañeros de viaje, no es precisamente para hacer "ruido" ahora denunciando la persistencia de las cartas de extorsión o del terrorismo callejero.
Si Zapatero –ante la insistencia de los periodistas– ha respondido quitando importancia a las cartas de extorsión o negando absolutamente la existencia del terrorismo callejero, también ha tratado de neutralizar el impacto que provocan las televisadas imágenes –esas sí– de "Txapote" y compañía desafiando al tribunal que los juzga: "Lo que pienso (del terrorista) será lo que piensa la mayoría de gente de bien, los calificativos no serían distintos a los míos, pero debo tener contención".
¿Qué servidumbre es esta que exige al presidente del Gobierno "contenerse" y no expresar "lo que piensa" ante unos criminales que desafían y se burlan de la Justicia? Pues la que exige ser disfrazada de "paz" para que Zapatero pueda explotarla, transitoria y electoralmente, ante una mayoría, una inmensa y anestesiada mayoría de gente de bien.

Gentileza de LD

No hay comentarios: